Autonomía:
Una aproximación basada en las aportaciones de Zibechi
Un susurro recorre Nuestra América; se trasmite de boca en boca aunque de pronto estalla en un grito colectivo que llega lejos y profundo cimbrando los pedestales de la dominación. Grito que después de revelar mil verdades de nuevo se retrae en un susurro casi inaudible pero nunca silenciado. Ese susurro es nombrado de modos diversos y en distintas lenguas y “dialectos”. Es ambiguo, esquivo, contradictorio y hasta paradójico, pero contiene una potencia inigualable para desafiar la hidra capitalista, patriarcal y colonialista, así como a su necrófila civilización que aceleradamente al precipicio nos conduce. Escogemos llamarle autonomía.
Parafraseando a Marx, el fantasma de la autonomía recorre Nuestra América y cada vez más los corredores del subsuelo europeo. Entendemos por autonomía el trabajo que hacen las comunidades para desafiar al capitalismo; en palabras de Zibechi, autonomía es el “modo de hacer que adoptan las comunidades en resistencia; la comunidad es la forma política que asumen los de abajo para cambiar el mundo.”
Autonomía no es necesariamente una nueva teoría ni una nueva estrategia anticapitalista distinta al sentipensar socialista. Del mismo modo que Marx y Engels escribieron que las tesis comunistas son expresión “de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos” así también podemos hablar de autonomía, en palabras de Zibechi, como “la sistematización de lo que ya hacen los sectores populares de forma embrionaria y espontánea.”
No existe por tanto una autonomía acabada; es mejor entenderla más como un camino que como un objetivo. De nuevo, en palabras de Zibechi “la autonomía es un proceso inacabado e inacabable, nunca un punto de llegada sino tránsitos y devenires, recorridos que no pueden reconocerse por declaraciones ni programas sino, apenas, por las huellas que va dejando el hacer cotidiano.”
Una buena manera de comprender lo que podríamos llamar perspectiva autonómica anticapitalista puede ser revisando la historia del el andar rebelde de pueblos, comunidades y clases trabajadoras en Nuestra América o Nuestramérica. (José Martí acuñó este término, más incisivo y rebelde que el de Latinoamérica.)
Sugerimos revisar el libro de Zibechi “Los desbordes desde abajo: El 68 en América Latina” de 2018.